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ESI
Programa nacional de educación sexual integral (ESI)

Fundamentación

Tradicionalmente, las temáticas referidas a la sexualidad no eran consideradas propias de los aprendizajes de la infancia, sino de períodos más avanzados de la vida, como la pubertad o la adolescencia. Durante mucho tiempo, las sociedades y las personas entendimos que hablar de sexualidad era posible recién en el momento en que las niñas y los niños ya dejaban de serlo. Esto era así, entre otros factores, porque el concepto de sexualidad estaba fuertemente unido al de genitalidad. Desde esta mirada, la educación sexual en la escuela se daba preferentemente en la educación secundaria—y en particular, durante las clases de Biología—y se priorizaban algunos temas, como los cambios corporales en la pubertad o la reproducción humana.

Cuestiones vinculadas a la expresión de sentimientos y de afectos, la promoción de valores relacionados con el amor y la amistad y la reflexión sobre roles y funciones atribuidos a mujeres y a varones no formaban parte de los contenidos vinculados a la educación sexual.

Con el desarrollo de los conocimientos de diversas disciplinas, y con la definición de los derechos de la infancia, también fuimos avanzando en otras formas de comprensión de la sexualidad. Así, llegamos a una definición más amplia e integral, y hoy podemos pensar desde otro lugar la enseñanza de los contenidos escolares vinculados a ella.

El contexto escolar es el primer espacio social, más allá del familiar, organizado y sistematizado para la formación de los niños como ciudadanos.

El niño es ciudadano desde que nace, pero se constituye crecientemente en ciudadano activo al acceder al conocimiento escolar. Éste le permite, a través de múltiples situaciones pedagógicas, construir aprendizajes y desplegar su potencial individual en el concierto de las interacciones grupales para:

  • Ser reconocido en su singularidad.

  • Cimentar en conjunto, a través de la fuerza constructiva del grupo, saberes socialmente productivos, es decir conocimientos complejos acerca del mundo que habitamos y de la realidad que compartimos, para participar en ella activamente.

  • Expresar sus sentimientos, dar su punto de vista, argumentar, opinar.

  • Buscar consensos, valorar a los compañeros aceptando y respetando las diferentes experiencias de vida.

     

  • El Diseño Curricular, advierte y señala positivamente al “aula como un conjunto de personas diferentes”. Las diferencias se expresan en la diversidad personal, en los distintos modos de vida, en las diversas formas de percibir los, también diferentes, aspectos de una realidad siempre rica y compleja; donde todos tienen derecho, con las consecuentes responsabilidades, a participar, a dar su palabra, a ser parte de la cultura en sus aspectos históricos y de época.

  • En torno a la Educación Sexual Integral, se ponen en juego las diferentes representaciones de lo femenino y lo masculino “ligadas no solamente al significado que le es socialmente atribuido” sino también a las propias representaciones, producto de las experiencias de vida en el núcleo familiar y en los grupos social/es de los que se participa.  

  • La escuela, en su accionar pedagógico, a través de prácticas docentes sistemáticas, construye subjetividades.

La ESI en la escuela
 

La ley 26.150 de Educación sexual integral   norma que establece  como propósito primordial la responsabilidad del estado  de hacer válido  el derecho de niños y jóvenes  a recibir  Educación  Sexual  Integral (ESI) en todos los establecimientos educativos públicos de gestión estatal y privada. La aprobación de esta ley retoma compromisos asumidos en el plano nacional e internacional. No constituye un hecho aislado, sino que expresa y condensa un conjunto de leyes, normas y compromisos internacionales  y nacionales que argentina posee y promueve en el campo de los derechos humanos.
La ESI en la escuela implica:

  • Realizar una reflexión sobre nosotros mismos.

  • Generar un espacio sistemático de aprendizajes de saberes y habilidades adecuados a la edad para la toma de decisiones conscientes y críticas sobre:

    • El cuidado del propio cuerpo.

    • Las relaciones de género equitativas e igualitarias.  

    • La valoración de las emociones y sentimientos.

    • El ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos.

    • La valoración de la diversidad y la no discriminación.

  • Atender a las situaciones cotidianas de la escuela y su organización.

  • Trabajar articuladamente con las familias, los centros de salud y las organizaciones de la comunidad

La educación sexual es necesaria para todos y también para los niños con discapacidad, pues incluye una parte importante de los conocimientos y habilidades que necesitan para desarrollarse saludables y desempeñarse adecuadamente en el mundo que les ha tocado vivir. Contribuye a fomentar en ellos la madurez y los sentimientos positivos cerca de sí mismos ayudándoles a rechazar ideas equivocadas como que no son dignos de ser amados o que nunca podrán mantener una relación afectiva satisfactoria.

La salud sexual es una parte importante de la salud física y mental como también es un derecho de los niños, que los alumnos debemos respetar, promover y compartir con ellos.

Desde la institución se puede enfocar la ESI desde el convencimiento de que los niños y adolescentes con discapacidad son personas  sexuadas como todas y tienen como todos necesidades de amor, ternura y placer. Socialmente existen estigmas sobre las personas con discapacidad y lo sexual, negándola y, sobreprotegiéndolos y no conversando sobre el tema. Los niños y jóvenes  con discapacidad logran expresar su sexualidad abiertamente. Existe una gran dificultad desde las familias para dialogar sobre  educación sexual y a veces, no pueden ofrecer la información adecuada  y preventiva.

Las personas con discapacidad tienen derecho a vivir su vida afectiva. Tienen proyectos y deseos. La mayor barrera  para un niño o adolescente con discapacidad es la mirada de los otros.
Desde la institución se observa en  el trabajo cotidiano con los alumnos,  la preocupación  manifestada por los  adolescentes  a los docentes, directivos  y profesionales de la institución acerca de temas como el ser aceptado, deseado por el otro, el noviazgo, las relaciones sexuales, el uso de anticonceptivos, ideales de belleza, la masturbación y la identidad de género. El trabajo de la ESI en la escuela se realiza desde los lineamientos curriculares  previamente adaptados de acuerdo al PPI y a las diferentes necesidades de los distintos grupos de acuerdo al ciclo.

Desde educación de tercer ciclo y CFI (Centro de formación integral) en el área de discapacidad la escuela desarrolla contenidos que apunten a:

 

  • El reconocimiento y expresión de los deseos y necesidades  propios y  el respeto de los deseos  y las necesidades  de los otros en el marco del respeto a los derechos humanos.

  • El conocimiento de los derechos  de la diversidad  y de la responsabilidad  del Estado frente a situaciones de discriminación y violación de derechos.

  • El conocimiento de diversos aspectos de la salud sexual y reproductiva, promoción y atención de la salud sexual, prevención de riesgos y daños, el embarazo en la adolescencia y las enfermedades de trasmisión sexual.

  • El despliegue de la comunicación corporal entre varones y mujeres con respeto, la responsabilidad, la solidaridad y el cuidado  por uno mismo y por el otro. La implementación de la ESI en la escuela: se trabaja desde diferentes proyectos que surgen de acuerdo a la demanda de los docentes y profesionales que trabajan en la institución.

  • Talleres de adolescencia, se trabaja en conjunto con la familia. Talleres sobre derechos, valores, identidad y cuidado personal.

La propuesta futura para trabajar la ESI en la escuela sería en un primer momento continuar la modalidad de  talleres dirigidos a las familias y alumnos  donde se trabaje la importancia de la ESI en la vida escolar.

 

La ley 26.150 le da  a la escuela  un rol privilegiado como ámbito promotor y protector de derechos. Es importante que la ESI sea abordada por la escuela, las familias y la comunidad en general. El consenso  y la atención a la diversidad son ejes estratégicos para promover la igualdad de oportunidades y la calidad educativa.

 

Es fundamental crear un espacio de diálogo continuo entre  escuela, familia y comunidad para la implementación de la ESI.

 

Algunos de los temas a trabajar en con la familia y alumnos serán:

 

  • Conocimiento de la ley 26.150 de educación sexual integral.

  • Diferencias entre sexo y amor.

  • De los sentimientos y emociones relacionadas con el deseo.

  • Las relaciones interpersonales.

  • Orientación sexual.

  • Infecciones de transmisión sexual y formas de prevención.

  • Responsabilidad en la relación sexual.

             

Los recursos que se utilizarán son los diferentes materiales didácticos  (láminas, revistas, videos, bibliografía  y material  de apoyo sobre educación sexual integral)

 

Responsables: Equipo De Orientación  Escolar

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